El 16 de enero de 2019, un día antes de empezar la inducción, la universidad les envió un correo. Les comunicaban que ya no estaban matriculados y que no podrían comenzar sus estudios de Medicina, como habían previsto
“Felicitaciones y bienvenido a la Universidad de los Andes, fuiste admitido para cursar el programa de Medicina a partir del primer semestre de 2019”. Ese fue el mensaje que recibieron 46 jóvenes de distintas regiones del país beneficiarios del programa Generación E, nueva versión de Ser Pilo Paga, el 30 de octubre de 2018.

Sin embargo, un día antes de la inducción recibieron una correo que decia: “Cada periodo semestral la universidad de los Andes establece un periodo de matrículas, para el primer semestre de 2019 la última fecha disponible para realizar este proceso es el 17 de enero. Como hasta la fecha el Icetex no ha aprobado ningún apoyo para los beneficiarios del componente de Excelencia del programa de Generación E usted no se encuentra matriculado en la Universidad”.
Los cupos para el pregrado de Medicina estaban ocupados por personas que ya se habían matriculado. Ante esta decisión inesperada, jóvenes y padres de familia decidieron ir al otro día a pedir explicaciones más claras a la Universidad.
La decana de la Facultad de Medicina, después de una tensa conversación, ofrecieron guardarles el cupo para el segundo semestre del año y una inscripción en un programa básico de medicina, un “premédico”, ofrecido por el departamento de educación continua.
Por su parte, los padres aseguran que la decisión de la universidad está vulnerando el derecho constitucional a la educación y a la igualdad: “La universidad nos ofertó un cupo y ahora nos lo está negando. Nuestros hijos no hacen sino llorar y están sumergidos en estado de depresión porque creen que sus sueños se frustraron y que sus esfuerzos no valieron la pena”.
El problema de la Generación E
El problema estaría en las nuevas condiciones del componente de excelencia del Programa Generación E. A diferencia de Ser Pilo Paga, en el que el Gobierno Nacional asumió todos los costos de la matrícula de los estudiantes elegidos, en generación E, el Estado aporta 50%, 25% se financia con recursos de un Fondo de donaciones y el 25% restante lo tiene que poner la universidad. Estas nuevas reglas del juego fueron la respuesta del Ministerio de Educación ante la oleada de críticas que generó Ser Pilo Paga y problemas de su arquitectura financiera.