Se ha realizado el mejoramiento y rehabilitación de esas vías de primer nivel que se encuentran concesionadas por la Nación y de las vías rurales que unen a las zonas más apartadas del territorio con los centros urbanos
Entre las obras que se destacan está la Troncal de los Andes-Fase I, un corredor concesionado de 66 km que va desde la calle 245 en la Autopista Norte hasta el Puente del Común en Chía, y la Avenida Longitudinal de Occidente-ALÓ Sur, la primera fase de este megaproyecto que conectará la vía Bogotá-Girardot, desde el sector de Chusacá hasta la calle 13.
Entre las obras estratégicas y de gran impacto está también la doble calzada Zipaquirá-Ubaté, que se construye en el marco del Pacto Territorial Bicentenario, pues aúna esfuerzos entre los departamentos de Boyacá, Santander, Arauca, Casanare y Cundinamarca, territorios cuna de la Independencia de Colombia.
Contenido recomendado:
Lea $750.000 millones para obras de infraestructura vial en el corredor Zipaquirá – Ubaté
Estas vías no solo mejoran la conectividad nacional, sino que buscan una integración regional y provincial sin precedentes, como las concesiones departamentales (Devisab y Panamericana), que garantizan la movilidad entre los municipios y las provincias. Actualmente, Cundinamarca cuenta con 8.000 kilómetros de vías secundarias, de las cuales 3.342 kilómetros han sido atendidas durante el cuatrienio.