Este afluente que atraviesa 46 municipios, fue olvidado por muchos años, por tal razón en el 2013 se institucionalizó un día para este río contaminado por aguasn negras. tóxicos, heces y químicos
Para el 2023 se podrá disfrutar de "paseos de olla" en la hermosa pradera que va tener esta importante fuente hídrica. sostiene la Gobernación de Cundinamarca.
En cumplimiento de la sentencia del Consejo de Estado que ordena el trabajo interinstitucional para recuperar el RíoBogotá, hace presencia en uno de sus tramos, para dar cuenta de la gestión que ha desarrollado la Gobernación y municipios de Cudinamarca en conjunto con instituciones como el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Corporación Autónoma Regional CAR y el Distrito Capital.
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En este momento, se cuenta con 21 obligaciones en 38 metas del plan de desarrollo que apuntan a la sentencia, involucrando una inversión directa, cercana a los $450 mil millones, para reducir las afectaciones del río.
Se ha iniciado la reforestación de 210 hectáreas de páramos y avanzado en más de un 90% en la adecuación hidráulica en la cuenca media, trabajo adelantado diligentemente por medio de la (CAR).
Además se articulan acciones para brindar garantías ambientales en las cuencas alta media y baja con proyectos paralelos como la construcción de la Ptar Salitre y el avance en la Ptar Canoas, con suministro de agua potable soportados en la cuenca baja.
De esta manera se unen esfuerzos desde cada institución para sacar adelante, en los próximos 5 años, el RíoBogotá y cumplir el sueño de volver a disfrutar en familia, del tradicional paseo de olla.
¿Cómo empieza la contaminación del Río Bogotá?
Desde su nacimiento en el municipio de Villapinzón, en la provincia de Almeidas, el río Bogotá recibe la contaminación proveniente de varias curtiembres artesanales que arrojan sus desechos al río. Las autoridades han tomado medidas para sancionar a los responsables de esta contaminación, sin embargo la solución a esta problemática es compleja, pues la aplicación de sanciones generalmente afecta a la población económicamente vulnerable que vive de la industria del cuero.
Los desechos de las curtiembres no solo afectan el cauce alto del Bogotá, sino su principal afluente el río Tunjuelo debido a que varios artesanos de Villapinzón se han asentado a orillas de este río.
El desarrollo industrial de la provincia de Sabana Centro introduce una alta cuota de contaminación en el río que a su paso por Bogotá recibe tres de sus principales afluentes los cuales descargan las aguas residuales provenientes de la ciudad. Los ríos Salitre, el Fucha y el Tunjuelo.
Entre la desembocadura del Juan Amarillo hasta el salto del Tequendama, el Bogotá se considera un río muerto pues no posee vida macrobiótica alguna. Son variadas las causas. A la carga de desechos biológicos e industriales aportada por alrededor de ocho millones de habitantes tanto de la capital, como de los municipios de la Sabana, en este tramo el río es un típico río de planicie, con un mínimo de velocidad lo que acentúa su septicidad y hace prácticamente imposible la autodepuración para las altísimas cargas orgánicas que recibe, sumado a la contaminación atribuida a objetos contundentes de todo tipo arrojados irresponsablemente por parte de habitantes aledaños al fondo de su cauce lo que acentúa aún más el riesgo de inundaciones en zonas vulnerables en torno al mismo. En este tramo las aguas no poseen oxígeno.
En el Salto del Tequendama, abandona la sabana homónima y entra en la provincia del Tequendama. Igualmente en su parte baja recibe las aguas de varios ríos más limpios que, junto con un discurrir más rápido, diluyen paulatinamente el nivel de contaminación.
Aunque recibe la carga contaminante de los alcantarillados de los municipios de las provincias del Tequendama y el Alto Magdalena, al ser bajo su desarrollo, en contraste con los municipios de Sabana Centro y Sabana Occidente (en la cuenca media), su contaminación baja.
Aun así, es la principal fuente de contaminación del río Magdalena. Entre los tóxicos que lleva su cauce están en el cadmio, el cromo, el mercurio, el zinc, el arsénico y el plomo. El punto máximo de contaminación del río está en sectores de Bogotá donde el nivel de residuos sólidos puede alcanzar un nivel de 400 mg/L