Cada vídeo en YouTube de Boston Dynamics mostrando sus avances genera millones de reproducciones y comentarios. ¿Son el mayor ejemplo de la revolución robot o tiene más de marketing? Estas son algunas claves de la empresa
La semana pasada Boston Dynamics publicaba en Youtube sus últimos vídeos. En ellos veíamos al SpotMini, un robot cuadrúpedo que imita la forma de un perro, abriendo una puerta con su brazo-hocico para que pasara uno de sus "compañeros". A él se sumaba poco después otro vídeo donde al mismo robot se le hacía la vida imposible para que no cumpliera con su objetivo: pasar por esa misma puerta.
Ambos vídeos acumulan millones de reproducciones y decenas de miles de comentarios, la mayoría haciendo hincapié en lo inquietante de las imágenes (que recuerdan irremediablemente al capítulo de Black Mirror, Metalhead), mientras que otros empatizaban con los prototipos cuando veían a sus ingenieros azotándolos y tirándolos para poner a prueba su estabilidad.
Estos últimos ejemplos son un capítulo más de las imágenes que hasta ahora esta empresa radicada en Massachusetts nos ha ido mostrando sobre el avance de sus investigaciones, convertidas ya en un fenómeno viral, incluso antes de que Google adquiriera la compañía en 2013 dándole respaldo internacional para después venderla al grupo japonés SoftBank, que desde junio del año pasado es su máximo accionista.
Si cada vez que ves un vídeo de sus robots con forma humanoide o animal quedas intrigado, aquí hemos recopilado varias claves e hitos de la empresa para conocerla en profundidad (y saber de paso si nos vamos a cruzar con un perro robótico por la calle):
Boston Dynamics fue creada en 1992 como un spin-off de Instituto de Tecnología de Massachusetts. A su cargo como CEO y mente pensante durante todo este tiempo y a pesar de los cambios en sus inversores ha estado siempre: Marc Raibert, antiguo profesor de esta institución y uno de los padres de los robots bípedos con capacidad para autoequilibrarse.
Aunque hoy los conozcamos por sus robots, Boston Dynamics comenzó explotando software de simulación de física y equilibrio de robots. Uno de sus primeros clientes importantes en este sentido fue Sony, con quien trabajaron para dotar de mayor estabilidad a su perro-robot Aibo, la primera de las mascotas robóticas con las que la compañía japonesa empezó a explorar este sector a finales de los años 90.
Los primeros robots de Boston Dynamics, financiados por inteligencia militar
A partir de ahí Boston Dynamics comenzó a trabajar en sus propios prototipos, que se dispararon en alcance y financiación en 2003, cuando DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos financió el desarrolo de un robot cuadrúpedo capaz de cargar peso. De ese proyecto nació BigDog, el "padre" de los SpotMini que hace unos días llenaban de comentarios Youtube y las redes sociales.
DARPA ha sido desde entonces el principal foco de financiación conocido de Boston Dynamics. En 2010 destinaron 32 millones de dólares al desarrollo de PETMAN, su primer gran robot humanoide, que puede correr y desplazarse con cierta naturalidad y que pese a compararse en muchos medios con algo parecido a "Terminator" estaba encaminado a la actuación en lugares de emergencia química o radioactiva. Posteriormente en 2013 también recibieron otros 10 millones de dólares para mejorar el BigDog en un robot que tuviera más capacidad de carga.