En el mundo digital actual, es importante estar alerta y protegerse de posibles estafas que buscan engañar a los usuarios. Uno de los objetivos de estos estafadores es suplantar la identidad de entidades reconocidas, como la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales)
El peligro de las estafas de suplantación
Las estafas de suplantación, también conocidas como "phishing" o "phishing suplantación", son ataques en los que los estafadores se hacen pasar por entidades legítimas con el fin de obtener información confidencial, como contraseñas, datos bancarios o información personal. En el caso de la DIAN, los estafadores se aprovechan de su reputación y autoridad para engañar a los contribuyentes y obtener acceso a sus datos sensibles.
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¿Cómo funcionan las estafas de suplantación de la DIAN?
Los estafadores utilizan diferentes métodos para llevar a cabo las estafas de suplantación de la DIAN. A continuación, mencionaremos algunos de los más comunes:
1. Correos electrónicos fraudulentos
Los estafadores envían correos electrónicos falsos que aparentan ser enviados por la DIAN. Estos correos suelen contener logotipos, colores y formatos similares a los utilizados por la entidad oficial, lo que los hace parecer legítimos. En el correo, se solicita al destinatario que proporcione información personal o que realice algún tipo de acción, como hacer clic en un enlace malicioso.
2. Sitios web falsos
Los estafadores crean sitios web falsos que imitan el aspecto y la estructura del sitio oficial de la DIAN. Estos sitios suelen utilizar dominios similares o variantes del nombre de dominio original, lo que puede confundir a los usuarios. Una vez que los usuarios acceden a estos sitios falsos, se les solicita que ingresen información personal o realicen transacciones fraudulentas.
3. Llamadas telefónicas engañosas
Algunos estafadores utilizan llamadas telefónicas para suplantar a la DIAN. Se hacen pasar por funcionarios de la entidad y solicitan información personal o realizan amenazas falsas de sanciones o multas. Estas llamadas suelen ser intimidantes y buscan presionar a los usuarios para que revelen datos confidenciales.