El título de este artículo, la inspiración y algunos apartes, los he tomado del célebre poema El gato bandido, del poeta colombiano Rafael Pombo, poco apreciado por los enemigos de la paz debido al carácter moralista de sus obras, donde el torpe animalito confiesa su gran delito – haberse ido a trampear, robar y pasar por encima de los otros, con tal de obtener de su mamá un plato de comida tras haber fracasado rotundamente como pillo
Servicio social
