Durante sus cinco siglos de existencia, esta prenda fue de uso casi obligado en el país. La ruana es un ícono en Cundinamarca y Boyacá, muchos hemos crecido con ella y distraido el frio con esta manta de cuatro puntas
La ruana forma parte de la cultura popular, está fuertemente ligada a la esencia de lo que es ser oriundo de estos departamentos. Esta prenda es un elemento de uso tradicional que ha trascendido las generaciones.
A pesar de que la moda ha permeado a la juventud, aún es común encontrar a niños, jóvenes y adultos desfilar por las frías calles de algún municipio de Cundinamarca con ruanas, de distintos colores y tamaños hacen presencia, convirtiéndola en una prenda de gran importancia para las frías noches de la región.
También son símbolo de lucha y entrega de nuestros campesinos y artesanos que con orgullo muestran sus raíces a través de esta prenda. Municipios como Zipaquirá, Cogua y Cajicá se destacan por la elaboración de la ruana en telares que a diario trabajan para ofrecer ruanas de excelente calidad que propios y visitantes disfrutan.
Su elaboración en realidad no ha evolucionado a través de los años, ya que se sigue fabricando con lana virgen tejida en un telar, así de sencillo y así de complejo a la vez.Esa ruana, que hoy podemos llegar a lucir con cierto desparpajo, es la misma que lucieron los abuelos y la misma que cubrió aquellas espaldas incansables de las gestas libertadoras mientras atravesaron páramos y paisajes alto andinos buscando la soñada independencia.
Otra particularidad de la ruana es que no hay dos iguales,por la sencilla razón que su manufactura es meramente artesanal y sus surcos obedecen no más que al capricho del tejedor, a la tensión del telar y a la elasticidad de la fibra natural.
El origen
El origen de esta prenda aún es desconocido. Algunos creen que se trata de una fusión de la manta o chircate de los indígenas Muiscas con los capotes españoles; mientras que otros creen que se tomó ese nombre de los paños que los españoles trajeron desde Ruan en Francia.