La tradición fue tal que incluso el conocido cantautor Jorge Veloza compuso una canción a este caramelo que hizo famosa esta tierra salinera, pues los visitantes no solo tenían como destino la Catedral de Sal sino también este delicioso manjar fabricado por las mujeres zipaquireñas.
Una dulce historia
El caramelo rosado de Zipaquirá, fue quizás una de las primeras industrias artesanales del municipio. Su fabricación permitió que las mujeres indígenas y campesinas se vincularan laboralmente con este oficio, durante la conquista española. Posteriormente el caramelo se convirtió en una producción a pequeña escala, que paso de generación en generación hasta nuestros días.
El caramelo rosado está elaborado con agua, limón y azúcar. Conocido en España como esponjado, volado, pan o panela de azúcar. Se prepara en pailas de cobre y cuando el almíbar está hirviendo se le agrega tintura que produce el color rosado o rojo brillante.
Actualmente, la mujeres que comercializan este producto se pueden ver en las zonas circundantes del Parque principal, carrera 15 y en el Parque Villaveces, aunque la tradición y consumo de este dulce ha disminuido notoriamente, no se puede negar la transcendencia histórica y gastronómica de este producto insigne de Zipaquirá.