- En el sistema de denuncias no hay ninguna que se haya instaurado contra él por violencia intrafamiliar
- Zipaquirá aún desconoce el número de víctimas, no hay diagnóstico sobre esta problemática ni planes o seguimientos que permitan mejorar la calidad de vida de las mujeres
A la cárcel fue enviado Jhonatan Camilo Torres González, investigado por el asesinato a golpes de su esposa Angélica Rodríguez Losada, en la habitación de un hotel en el municipio de Garzón.
La medida de aseguramiento carcelario fue impartida por el Juzgado Penal Municipal de Garzón con Funciones de Garantías al acoger los argumentos del fiscal del caso que considero que el hombre “era un peligro para la sociedad”.
Torres González, de 27 años de edad, deberá responder ante la justicia por el delito de homicidio agravado cargo que le imputó el delegado del ente acusador, luego de recolectar las pruebas del crimen de la mujer.
La pareja había llegado de la ciudad de Zipaquirá, a pasar las fiestas de fin de año en la Capital Diocesana del Huila y se habían quedado en el hotel, ubicado en la Calle 4 con Carrera Doce en barrio Santa Teresita, del que es dueño el padre de Jhonatan Camilo.
“El suegro de la joven dice que esta era la segunda vez que los veía. El domingo por la mañana estuvieron en el parque, se tomaron fotos con la hija, sin ningún inconveniente”, dijo el comandante de la Policía en el Huila, coronel Oscar Efraín Pinzón.
Según las primeras versiones del presunto asesino horas después de haber sido capturado, el crimen lo habría cometido por celos. “El hombre dijo que eso se inició porque a él le habían dicho que ella estaba con alguien”, manifestó el oficial al recordar la conversación de Torres González.
El coronel Pinzón manifestó que la agresión contra la mujer comenzó con una discusión de la pareja. “Fueron temas de celos, empezaron a discutir, la mató a golpes, el hombre estaba en embriaguez total”.
El suegro de la joven había confirmado a las autoridades que escuchó gritos en la habitación, pero solo media hora después subió a verificar que pasaba. “El padre del joven cuando ingresa a la habitación ve que todo está lleno de sangre y encuentra el cuerpo de la mujer en el baño con varias heridas”, señaló el oficial. Lea (Se desconoce el número de victimas por violencia femenina en zipaquirá)
Al parecer está habría sido la primera vez que el hombre agredía a la mujer. “En el sistema de denuncias no hay ninguna que se haya instaurado contra él por violencia intrafamiliar. Se revisa el Spoa y no hay denuncias…”, precisó el coronel Pinzón.
Jhonatan Camilo Torres González fue recluido ayer en la cárcel de Las Mercedes en Garzón donde estará a la espera que la Fiscalía lo acuse del delito de homicidio.
Zipaquirá sin cifras de violencia femenina
Cundinamarca esta como una de las regiones más afectadas por agresiones hacia las mujeres, según informe Bogotá presenta 10.144 casos, Antioquia 5.992, Cundinamarca 4.779, Valle del cauca 3.845, y Santander 2.626.
Soacha y Zipaquirá están entre los cinco municipios con altos índices de agresiones hacia las mujeres; particularmente la ciudad de la sal tiene casos graves de violencia en donde el agresor es siempre un compañero o ex compañero de la víctima. Le puede interesar (3.858 Mujeres de Cundinamarca sufren violencia por parte de su pareja)
Según Zulena León, integrante del colectivo Voces de Mujeres Rompiendo el Silencio, el municipio desconoce el número de víctimas, no hay diagnóstico sobre esta problemática ni planes o seguimientos que permitan mejorar la calidad de vida de las mujeres en Zipaquirá.
Por otra parte, las cifras son difusas debido a que en Zipaquirá no hay organismos que unifiquen los pocos datos existentes. Fiscalía General de la Nación tiene sus datos, Medicina Legal maneja sus propias cifras y lo mismo pasa con las comisarías de familia.
Estas últimas podrían tener el número exacto de víctimas, debido a la cercanía con sus problemáticas, los casos que manejan tienen que ver no solo con agresiones físicas sino con otro tipo de intimidaciones que aun la población desconoce o a naturalizado, tal es el caso de la violencia simbólica, exclusión o maltrato psicológico.