En varios municipios del departamento, y sin importar la pandemia, se vivieron fiestas ilegales en el puente festivo del 12 de octubre
El primer festivo desde la terminación de la cuarentena el pasado mes de septiembre tuvo un enorme movimiento de viajeros en Cundinamarca.
Miles de turistas viajaron a municipios turísticos como Girardot, Anapoima, La Vega y Fusagasugá.
En estos municipios se vivieron decenas de fiestas ilegales en el puente festivo. Sin importar las restricciones por pandemia, cientos de personas se reunieron para lanzar fiestas en casas de descanso.
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Las fiestas se concentraron en municipios como Chinauta y Fusagasugá, pero también en Zipaquirá y Cajicá.
"Realizamos las actividades de prevención en lo que considera cancelar esas fiestas, imponer los comparendos y asimismo usar la mediación para que esas fiestas se acabaran sensibilizando a los ciudadanos respecto a lo que tenemos con ocasión del coronavirus”, detalló el coronel César Ovidio Castro, comandante de la Policía de Cundinamarca.
Una de estas fiestas ilegales en el puente festivo se anunciaba en Chinauta como una fiesta de tres días de duración.
Se planteaba que habría disc jockey, gran cantidad de bebidas alcohólicas y posiblemente, drogas alucinógenas.
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Preocupa que estas fiestas ilegales sigan multiplicándose en Bogotá y áreas aledañas.