El cierre de este albergue de fauna callegera sigue en pie, el futuro de 350 perros y gatos es incierto. La fundación afirmá que la administración de Tabio no tiene ningún programa de protección a los animales callejeros
La tutela interpuesta para detener el proceso de cierre de Animalove fue negada. Es decir que la decisión de cierre de esta fundación siguie en pie. Por su parte, la Juez que revisó y decidió sobre la tutela, pide que, para hacerlo efectivo, previamente la Alcaldía de Tabio junto con la secretaria de Ambiente de Cundinamarca deben tener un plan de reubicación que asegure la protección y bienestar de los animales.
Por su parte la fundación dice continuar con la pelea legal pues consideran que es un atropello con estos animales abandonados por tal razón iniciarán acciones de impugnación y un proceso por vía jurisdiccional.
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La otra cara de la moneda
El mandatario de Tabio, Rubén Darío Acero, argumenta que se tomó en respuesta a una acción de tutela instaurada por 250 residentes del sector, quienes reclamaban por el ruido de los animales y señalaban que el centro se encontraba en malas condiciones de higiene.
Además, argumentaron que la organización no cumple con el uso de suelo condicionado que le fue otorgado en el 2015 por la Secretaría de Planeación de Tabio, ya que, según dijo, la actividad que realiza es comercial, aspecto que iría en contra del permiso de suelo otorgado, solo para actividad agropecuaria.
Patricia de Bedout, veedora ambiental, afirmó que la fundación se lucra ofreciendo servicio de guardería canina y que varios de los habitantes de las fincas cercanas han tenido que irse de sus casas por problemas de salud, por el ruido.
El drama de 350 perros y gatos abandonados
Estos animales cuentan con un espacio para dormir, con utensilios para comer y unos 12.000 metros cuadrados para vivir de manera digna. Además, reciben atención veterinaria cuando lo requieren y un hogar cuando lo logran conseguir mediante jornadas de adopción.
La Fundación contó en varios medios de comunicacion nacionales que tienen la aprobación de los vecinos del terreno privado que alquiló y con las condiciones ambientales que le exigió la Secretaría de Planeación municipal para entregarle el uso condicionado del suelo y así poder desarrollar su labor. Por eso, el anuncio de la Administración la tomó por sorpresa.
“Tuvimos el aval de los vecinos mediante una carta, pasamos, les explicamos que estábamos brindando una ayuda y ellos estuvieron de acuerdo. No somos establecimiento comercial ni tenemos ayuda del municipio, atendemos casos de maltrato y brindamos atención, cosa que le debería corresponder al Estado”, enfatiza.