Vendedores ambulantes, invasión de andenes o balcones que sobrepasan el área privada son algunos de los problemas en el espacio público que afectan a los municipios de la sabana. Por esta razón, los funcionarios de Planeación de estas poblaciones fueron capacitados para usar los instrumentos que les da la ley para proteger estas zonas
La actividad fue convocada por el Comité de Integración Territorial, la Secretaría de Planeación de Bogotá y la Asociación de Amigos de la Universidad de La Sabana, quienes llevaron a Giovani Herrera, uno de los abogados de la oficina jurídica de la Defensoría del Espacio Público (Dadep) de la capital, a impartir la capacitación. “Participaron funcionarios que quieren conocer las experiencias que hemos tenido en Bogotá, que en muchos casos fueron exitosas, y que en otros fueron errores que nos quedaron de aprendizaje”, señaló Herrera.
Ese fue el caso de Néstor Herrera, secretario de Planeación de Tabio: “La idea es trabajar como lo hacen en el Distrito, pero a nivel municipal. Es algo bastante delicado y dispendioso, pero adquirimos las herramientas para implementarlas en nuestro ordenamiento territorial”.

Entre los temas que más les parecieron útiles a los funcionarios estuvieron el relacionado con el espacio público que por ley deben entregar los constructores luego de que terminan proyectos inmobiliarios, que se conocen como cesiones tipo A. “Fue importante la actualización normativa, por los instrumentos que nos dieron para la toma de posesión y de declaratoria unilateral para poder adquirir esos predios”, afirmó Juan Sebastián Amaya, asesor en Planes Especiales de Ordenamiento Territorial de Planeación de Funza.
Otro de los asuntos fue el aprovechamiento económico de lo público, con el que los municipios pueden obtener recaudos que se destinan para mejorar estas zonas.
“En esa medida, las autoridades de control urbano mejoran la gestión del espacio público, como sus procesos de planeación, para que tengan mejores plazas, zonas verdes, parques, e incluso para desarrollar vías. Pero también para que manejen temas álgidos como el de los vendedores informales”, agregó Herrera.
El director de Integración Regional, Nacional e Internacional de Planeación de Bogotá, Juan Guillermo Plata, afirmó que se busca repetir la capacitación: “Nos dijeron que les resultó muy útil porque, precisamente, estaban trabajando en esos tipos de casos en sus municipios. Muchos nos pidieron repetirla para los inspectores de policía”.
La capacitación la están recibiendo los funcionarios de los 22 municipios de la sabana que conforman al Comité de Integración Territorial. “Comenzamos con el tema de espacio público, pero seguiremos con otros que sean apropiados para las poblaciones, en especial para las de Sabana Centro”, concluyó Enrique Bayer, presidente de la Asociación de Amigos de la Universidad de La Sabana.
Sin inventario
Uno de los problemas que hay para la gestión del espacio público en estas poblaciones es que no se tienen indicadores en la materia, y tampoco se conoce con cuántas de estas áreas cuentan.
De hecho, solo la Secretaría de Planeación de Cundinamarca ha logrado recoger algunos datos sobre la materia, pero de muy pocos municipios, que por lo demás son difusos en sus indicadores.
En Mosquera se tiene que hay 5,8 metros cuadrados por habitante, mientras que su déficit, también por residente, es de 4,2 metros cuadrados, y en los últimos seis años han generado 351.000 metros cuadrados de espacio público.
Entre tanto, en Chía hay 3,19 metros cuadrados por habitante, un déficit de 11,8 y han generado 622.941 desde el 2011. De Soacha solo se tiene que el espacio público por residente es de 0,5 metros cuadrados, y tiene un déficit de 14,5.
El único dato que se tiene de Cota es del espacio público por habitante, que es de 0,5 metros cuadrados. Al igual que Facatativá, que tienen un déficit de 4 metros cuadrados por residente, mientras que en Cajicá es de 3,07 metros.
Para Giovani Herrera, del Dadep, la ausencia de gestión del espacio público en los municipios se debe a que las normativas que rigen el tema son recientes, por lo que no han podido desarrollar políticas al respecto: “Deben mejorar en el inventario y contar con esos indicadores. Con las herramientas que compartimos avanzarán en ello”.
Fuente: El Tiempo