Según la Misión de Observación Electoral (MOE) tres municipios del departamento están en riesgo extremo, es decir tienen altas probabilidades de delitos electorales
Hay indicios para pensar en una posible trashumancia en zonas apartadas, específicamente en nueve de este departamento que, según la MOE, fue el tercero con más corrupción electoral en la pasada contienda.
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Las cifras en Colombia
En el país se registraron, desde el 27 de octubre de 2018 hasta el 7 de julio de este año 999.441 cédulas inscritas. En ese periodo se inscribieron 45,4% ciudadanos y 55,6% lo hizo en la última semana en la que se podía realizar este proceso. La suma total es de 2'252.218. Con esta cifra se determinó un promedio de inscripción de cédulas de 39,9 inscritos por cada mil habitantes.
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Estas cifras son relevantes porque a partir de ellas surgen cuatro clasificaciones que avisan posibles alertas. Estas aparecen en la medida en la que el número de inscritos en un municipio se aleja o acerca a la media nacional. De este modo hay municipios como: Paime, Villagómez, Guataquí, Vianí, Tocancipá, Topaipí, Jerusalén, Nariño y El Colegio que superan el número de inscritos o por el contrario la cifra es menor.
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Este fenómeno se puede explicar por la migración a esos lugares o presencia de grupos ilegales al servicio del narcotráfico y minería ilegal, que se quieren hacer al poder para proteger sus intereses criminales.
Casos a la inversa
Paime está ubicado en el norte de Cundinamarca y según el DANE para 2019, tiene 4.167 habitantes. En las elecciones legislativas de 2018 el censo electoral contabilizó para este municipio 4.761 ciudadanos habilitados para votar.
Ese dato discrepó con el número de habitantes que había en el momento, 4255. La diferencia fue de 506 y, aunque pareciera poco, en municipios pequeños y con poca población, esos votos pueden poner hasta a cuatro concejales. Además, en la ecuación algo falló, pues hubo más votantes que habitantes.
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El DANE proyecta 4.167 habitantes, y para las próximas elecciones locales se inscribieron 620, según el “Séptimo informe sobre el proceso de inscripción de cédulas”, de la MOE, lo que situó a este municipio como el primero del departamento en el que más hay posibilidades de trashumancia. Adicionalmente, genera duda que la inscripción de cédulas no fue progresiva, sino fuerte en la última semana antes de vencer el plazo.
Villagómez
Ha estado en el primer y segundo lugar de la lista de poblaciones que se alejan del promedio nacional. A la fecha, con una proyección de 2.171 habitantes, hay 285 inscritos. Llama la atención que este procedimiento fue lineal o progresivo.
Municipio en riesgo de delitos electorales
Por su parte, Guataquí presenta un gran número de inscritos. En este municipio se estima que tiene 2.711 habitantes, según el DANE, y 376 nuevas cédulas inscritas, más de los votos que ahí sacaron el Partido Conservador, el Centro Democrático, la Alianza Verde, MAIS y ASI en las pasadas elecciones.
La cantidad de inscritos lo clasifico como el último en los que hay más posibilidades de trasteo de votos, ya que su promedio está en 124,7, mientras el promedio nacional, en 39,9, la diferencia sigue siendo abismal.
¿Qué es la trahumancia?
La trashumancia electoral es la acción de inscribir la cédula para votar en un lugar distinto a aquél en el que se reside y constituye un delito contemplado en el Código Penal Colombiano bajo el nombre de fraude en inscripción de cédulas.
La trashumancia electoral es conocida como “trasteo de votos” y es calificada por las Altas Cortes como una práctica maligna y antigua que es preciso combatir y eliminar.
El ciudadano que ha incurrido en el delito de trashumancia, también estará incurriendo en el delito de falso testimonio, ya que al momento de realizar la inscripción de cédula la persona está declarando bajo juramento que efectivamente habita en la ciudad, corregimiento o inspección de policía correspondiente.
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