- Chía, Sopó, Tocancipá y Tenjo son algunos de los municipios más afectados
- La pésima distribución y utilización de los suelos es el principal problema de la provincia
- De esas tierras ricas para la agricultura ya queda poco, los suelos se han perdido en las últimas décadas bajo el cemento de la urbanización
Más del 60% del suelo en la Sabana de Bogotá está clasificado como “suburbano”, lo que permite que se construyan de manera desordenada proyectos de vivienda de estrato seis y se instalen sedes de empresas. Los municipios de Chía, Sopó, Tocancipá y Tenjo son algunos de los más afectados. Así lo denuncia el Observatorio Sabana Centro Cómo Vamos de la Universidad de La Sabana.
“De esas tierras ricas para la agricultura ya queda poco, los suelos se han perdido en las últimas décadas bajo el cemento de la urbanización, la ganadería y los malos usos como la deforestación, a tal punto que, del total de las 99.553 hectáreas (ha) que cubren los 11 municipios de la Sabana Centro, un 63% –63.171 ha– están construidas o subutilizadas”, afirma Juan Carlos Camelo, director del Observatorio. Le puede interesar ¿La Primera Maravilla de Colombia en riesgo por tala de árboles?
El informe señala que los suelos más productivos del país para la agricultura se están desaprovechando por causas como la conurbación que viene presentándose con Bogotá. “Prácticamente el interior del país se está quedando sin tierra para cultivar”, agregó Camelo.
En el escalafón de los cinco municipios vecinos a Bogotá que tienen el uso más inadecuado del suelo, se encuentra en el primer lugar Funza, donde un 88% de sus hectáreas están subutilizadas o con lotes ‘abandonados’, donde no se cultiva ni se pasta ganado; segundo, Tenjo, con el 80% del total de las (ha) subutilizadas; tercero, Madrid, con 75% de áreas subutilizadas; cuarto, Cajicá, con el 69%; y quinto, Cota, con el 63%. Lea Cota en problemas por crecimiento urbano acelerado
Las consecuencias de esta pérdida de tierras evidencian que ya ni la Sabana ni Bogotá producen lo que consumen. “No solo han tenido que empezar a conseguir productos –como la cebolla– de otros departamentos, sino que la construcción, pavimentación o ‘endurecimiento del suelo’ han llevado a que las inundaciones sean más frecuentes”, señaló Camelo.