El descubrimiento tuvo lugar en la vereda Loma Linda, ubicada en la zona rural del municipio de Sasaima. En medio de la densa maleza, se encontró una estructura que albergaba 450 galones de insumos líquidos, como ácido sulfúrico, ácido clorhídrico y permanganato de potasio, así como 250 kilogramos de insumos sólidos, entre ellos carbonato de sodio, cemento y cloruro de calcio, entre otros elementos.
Además de los insumos, se hallaron diversos equipos utilizados para la producción de estos estupefacientes, tales como calderos para la evaporación de sustancias químicas, estufas industriales, electrobombas y tres piscinas destinadas a la destilación. Las autoridades están llevando a cabo las investigaciones correspondientes para determinar la identidad de los propietarios del terreno y los actores criminales involucrados en esta operación.
Según información obtenida, se estima que el valor del laboratorio supera los 850 millones de pesos y que tenía una capacidad de producción mensual de aproximadamente 500 kilogramos de clorhidrato de cocaína. Se cree que esta droga era transportada en vehículos pequeños con destino a diferentes departamentos del país.